Agencias reguladoras ante la innovación en el sector eléctrico en Latinoamérica

Maria-Eugenia Sanin (University of Evry-Val d’Essonne)

 

Abstract (Spanish):

El sector eléctrico se enfrenta a grandes cambios de innovación y uso de tecnologías en los procesos de todo el sistema eléctrico, desencadenados por la conocida Industria 4.0 que están generando la digitalización y automatización de los procesos. La revisión de literatura destaca que el Estado Público (mediante sus instituciones) debe ser la entidad que incentive y organice las sinergias en el mercado en adoptar las innovaciones en el sector, con el objetivo de evitar fallas de mercado y alcanzar objetivos sociales deseados, como por ejemplo que las empresas del sector sean más competitivas y ofrezcan servicios más eficientes y de calidad a los usuarios, junto con aprovechar los beneficios de las innovaciones para continuar con la transición energética.

Una buena gobernanza de la regulación (refiriéndonos a la autonomía, transparencia, las garantías de los procesos, así como la claridad del rol que desempeña el regulador) en este contexto debe adaptarse rápidamente y agilizar los mecanismos e incentivos de adopción de nuevas tecnologías en el sector eléctrico. En este sentido, esta investigación busca saber el nivel de avance de los países de América Latina y el Caribe (ALC) en adoptar medidas regulatorias que apoyen e incentiven la adopción de tecnologías. Este estudio analiza los avances de los reguladores de 10 países de la región en adoptar medidas regulatorias en base a dos criterios: (i) buena gobernanza, (ii) y adaptación regulatoria para la adopción masiva de nuevas tecnologías. En lo que respecta a la buena gobernanza, se propone una metodología que desagrega la medición de este criterio en cuatro dimensiones: Claridad en el rol del regulador, garantías de Independencia Regulatoria, proceso de toma de decisiones independiente y transparente, y regulación participativa y procedimiento garantista. Los resultados en este criterio son muy positivos. La mayor parte de los reguladores han logrado un buen nivel de desempeño, sin embargo, existen todavía algunas brechas que pueden significar en deficiencias para la actuación del regulador en el contexto de las innovaciones.

En relación con la adaptabilidad regulatoria, su medición se compone de dos dimensiones: en saber los tipos de innovaciones que contempla la regulación vigente, y los instrumentos de regulación innovadores que hacen posible la Adaptación Regulatoria. La primera dimensión considera nueve tipos de tecnologías que van desde medición inteligente, vehículos eléctricos, baterías y almacenamiento, hacia la generación distribuida y autogeneración. La segunda dimensión, considera instrumentos nuevos de la regulación como, por ejemplo: el “soft law”; los aceleradores “regulatory sand boxes”, o la regulación iterativa o adaptativa. El análisis de estas dimensiones nos muestra que muchos de los países considerados han adoptado medidas para incorporar nuevas tecnologías en su sistema eléctrico pero que sólo algunos de ellos, comienzan a incorporar algunas de las herramientas que las mejores prácticas regulatorias subrayan como fundamentales.

La medición de los avances regulatorios en adoptar las innovaciones en el sector es una tarea compleja debido a la dificultad de elegir metodologías e indicadores que abarquen todos los aspectos de la regulación; que no escapan de ser sujetos de mejora, y que ponen en constante prueba a los indicadores tradicionales de la regulación. Sin embargo, la investigación va más allá del análisis que nos permitirían los indicadores sintéticos de gobernanza existentes. La propuesta de medición nos provee de una desagregación detallada sobre diferentes aspectos de la regulación, que nos permite analizar la interacción de las distintas dimensiones de la gobernanza, fundamental para entender las principales debilidades y/o fortalezas de las regulaciones y el camino que queda por delante para impulsar la adopción de innovaciones en el sector